ThisIsTOPexperiencies II

 

 

 

SUMERGIRSE EN LAS AGUAS DE LAS ISLAS GALÁPAGOS, ECUADOR

Explorando sin rumbo fijo Ed y Azahara.

Después de 7 meses recorriendo América fueron muchos lo momentos especiales que vivimos, Iguazú, Perito Moreno, Macchu Picchu, Isla de Pascua... pero si tenemos que elegir una experiencia, la verdad es que nos quedamos con las Islas Galápagos!! Situadas en el océano Pacífico, son un verdadero paraíso para los amantes de los animales. Estuvimos una semana y visitamos tres de las islas: Santa Cruz, Isabela y Santa Fe y en cada una de ellas vimos animales y paisajes increíbles. En las Galápagos no hay depredadores, y esto ha contribuido a que los animales no tengan miedo. Al llegar a Isabela había leones marinos tumbados en el muelle, en medio del camino, y ¡tenías que ir esquivándolos!¡No se apartaban! Como momento inolvidable nos quedaríamos con la inmersión que hicimos desde Isabela en Isla Tortuga, donde vimos de todo: tortugas, tiburones de punta blanca, mantas raya, tiburones martillo, leones marinos...fue una pasada poder ver de tan cerca a estos animales. ¡Será difícil superar una inmersión como esta!
 
 
Explorando sin rumbo fijo en las profundidades marinas

IR AL "ROBOT RESTAURANT" en TOKYO, JAPÓN

Modo Traveller Naiara y Rafa

Lo bonito de visitar un país con una cultura totalmente distinta a la tuya es que es mucho más fácil sorprenderte a cada paso. Japón es el país del manga, la electrónica y la tecnología y... del frikismo en general. Pasear por sus calles ya es en sí mismo un espectáculo, así que imaginad imaginad cómo debe ser un ver un show en Japón.

En Tokyo vivimos el momento más friki-raro de nuestras vidas. Entramos al Robot Restaurant. Un lugar que no es para todos los públicos por la extravaganza del lugar, pero os invitamos a abrir la mente y a dejarse llevar por el momento. Más que un restaurante, es un mundo paralelo de luces, colores, música e historias fantásticas con los particulares tintes del frikismo japonés.

Entre actores, bailarines y robots gigantes crean una actuación estelar, emocionante y absolutamente flipante.

Modo traveller disfrutando del Robot Restaurant

SUBIDA A TROLLTUNGA, NORUEGA

Travelling la vida loca Débora Mascaró

En Travelling la vida loca acabamos de volver de nuestras vacaciones en Noruega, donde hemos realizado una de las actividades top del país: subir a Trolltunga o la Lengua del Troll. Se trata de una roca de forma alargada suspendida a unos 700 metros de altura sobre un precioso lago rodeado de montañas. Fuera de los meses de verano la caminata es de 28 kilómetros en total, ida y vuelta, solo se recomienda hacerla con guía, el 90 % del trayecto se hace con raquetas de nieve y nosotros tardamos casi 13 horas en realizarla.

Fue una experiencia increíble, pero también durísima, solo apta para personas con una forma física medianamente buena. Sin embargo, tanto el propio trayecto por paisajes nevados bordeando el lago y a través de montañas, como las que se obtienen desde la propia roca hacen que todo el esfuerzo merezca la pena. Sobre la roca de Trolltunga te quedas simplemente sin palabras. ¡Recomendadísimo! 

Si quieres saber más...

Alucinante la foto de Travelling La vida loca

NAVEGAR EN EL "ROCKET PADDLE STEAMER", BANGLADESH

 Carlos el Viajero Carlos

"Bangladés, un país poco visitado,  sin apenas atractivos monumentales pero que con creces supera a muchos otros en cuanto experiencias y vivencias  humanas. Hay una de ellas imprescindibles para mí, viajar en el Rocket Paddle Steamer.
Se trata de un barco que surca casi en 24 horas desde los Sunderbans hasta Dhaka atravesando los ríos más importantes del país. La particularidad es que además de mantener el estilo colonial que dejaron los británicos y su funcionamiento como hace cien años propulsado por paletas y bielas, es un viaje evocador en cuanto los lugares que pasa. Y lo más importante, la intensa convivencia que tiene el  viajero con el nativo.
No es un barco turístico. En él viajan mercaderes, presos, militares, niños, animales con los que en cada momento te cruzas con una sonrisa, una mano que te quiere saludar y un ofrecimiento de un chai tras otro para una breve y eterna amistad..."
Carlos navegando en el ROCKET PADDLE STEAMER

SENTIR LAS CATARATAS DEL IGUAZÚ, BRASIL

El Niágara en bicicleta Alba

Las Cataratas de Iguazú fueron, junto a la subida al Machupicchu, lo mejor de nuestra ruta sudamericana. Creo que no hay otro fenómeno natural que me haya impactado tanto como éste.

Desde el lado argentino se pueden visitar la Garganta del diablo y los saltos de Bossetti, entre otros. Se trata de una serie de cascadas en las que el agua baja a una velocidad tremenda, tanto es así, que es imposible llegar a ver el fondo de las cataratas o percibir el agua nítida de las cascadas, sino que se visualiza como una bruma acompañada del arco iris.

Por otra parte, el paisaje de los saltos bien puede servir como escenario para una película de aventuras. Coincide con la parte brasileña y es la que utiliza para acercarse en barco hasta el inferior de las cascadas. En definitiva, una experiencia inolvidable que no me importaría repetir.

sobrecogedor las cataratas de Iguazu de la experiencia de Alba

ESCUCHAR EL CANTO DEL INDRI, MADAGASCAR

Travel Me Softly Zeneida

Madrugamos bastante y, tan pronto como desayunamos algo, nos adentramos en la selva de Andasibe. Comenzamos a andar entre la frondosa vegetación sin hacer demasiado ruido y, de repente, lo escuchamos.

En el “silencio” de la selva, se comenzó a formar una verdadera jauría. Ahí en medio, los pelos se ponían de punta, en una mezcla de emoción y estremecimiento.

Estábamos siendo testigos del Canto del Indri, el lémur más grande de Madagascar.

Primero comenzó un individuo, y en cuestión de segundos le contestaron otros. Como si escucháramos tras una puerta una conversación ajena, los cantos iban y venían sin que en ese momento tuviésemos algún individuo a la vista.

Estaban a kilómetros de nosotros, y es que la intensidad del aullido de estos lémures es fascinante. Pero no es casualidad, antes de comenzar su canto el indri mueve la copa del árbol en el que se encuentra para amplificar su canción, consiguiendo que ésta pueda ser escuchada hasta 4 kilómetros de distancia.

 

Precioso 1º plano del Inri, gracias a Zeneida

CARA A CARA CON EL GRAN TIBURÓN BLANCO, SUDÁFRICA

El Pachinko, Pau García

La gente que me conoce sabe que no soy un amante del riesgo, por eso alguna de las mejores experiencias que he vivido han venido cuando me he salido del guión. Esas veces no tienes que darle demasiadas vueltas a la cabeza, porque si lo piensas demasiado seguramente no lo hagas.
Una de esas locuras tuvo lugar en Sudáfrica, cuando decidí meterme en una jaula en aguas donde nadan y se alimentan los tiburones blancos. Si en la peli de Spielberg existe un Amity, en Sudáfrica ese pueblo se llama Gansbaai. Esta localidad se emplaza enfrente de Dyer Island, una isla repleta de focas y cuyo entorno cumple todas las características necesarias para que sea el lugar del planeta donde se han avistado más ejemplares de tiburones blancos.
Si te digo la verdad, en ningún momento pasé miedo, dentro de la jaula te olvidas de todo. Al contrario de lo que me había imaginado, cuando estás entre aquellos barrotes sientes una serenidad inenarrable, como pocas veces había experimentado en mi vida. Quizá sea la concentración por tratar de divisar el tiburón blanco. El animal pasa tan cerca de la jaula que puedes ver esos inexpresivos ojos de muñeca, sus maravillosos dientes de color marfil o su inconfundible aleta dorsal. Durante un instante el tiempo se congela y en el mundo sólo estáis él, tú y una insólita paz interior, nada más.
Pau cara a cara con el tiburon blanco

TREKING POR EL GLACIAR PERITO MORENO, ARGENTINA

Emociones viajeras Maria y Quique

Una de nuestras mejores experiencias ha sido, sin duda, hacer el mini-trekking por el glaciar Perito Moreno. Estábamos alojados en “El Calafate” o “Calafate”, una ciudad ubicada en la ribera meridional del lago Argentino, en la región de la Patagonia, en la provincia de Santa Cruz, Argentina, a unos 80 km del famoso glaciar. Fue por la tarde cuando nos dirigimos al puerto del lago Argentino, desde donde navegamos por el “brazo rico” hasta llegar al glaciar por la cara sur del mismo. Allí íbamos a hacer una de las actividades que más deseábamos de nuestro paso por Argentina, y era poder pisar con nuestros propios pies el glaciar y sentir su crujido desde cerca. Los guías que nos iban a acompañar durante el mini-trekking por el Glaciar Perito Moreno nos esperaban para explicarnos cómo se producían las crecidas del lago. Eso se debía que el glaciar avanzaba y bloqueaba el paso del agua por una de las caras, hasta que finalmente en el deshielo, esa parte se rompía. Nos dieron unas recomendaciones y caminamos con ellos por un sendero hasta los pies del glaciar, donde nos pusieron los “crampones” para caminar sobre el hielo. Poco a poco fuimos “entrando” en el glaciar y empezamos a disfrutar de esa sensación de caminar sobre el Perito siguiendo una pequeña ruta en la cual nos íbamos deteniendo cuando encontrábamos formaciones caprichosas que el hielo había ido formando durante años. Nunca olvidaré ese color azul intenso y puro que vimos allí por primera vez. La caminata no fue nada dura pero la experiencia fue maravillosa y además con “final feliz”, pues nos esperaba un whisky acompañado con hielo del glaciar y alfajores (una especie de pasta o galleta, rellena de dulce de leche y puede estar bañado de chocolate).

 

Quique y Maria en el Perito Moreno

 

 

Y para concluir este post... os contamos nuestra experiencia TOP!

 

HACER UN WALKING SAFARI EN MASAI MARA, KENYA

This is travel

Alguna vez habías pensado que se puede hacer un safari caminando?? Pues nosotros NO, y alucinamos cuando nos lo propusieron. Llevábamos ya varios parques nacionales de Kenya visitados pero el Masai Mara tiene algo que lo hace especial… Nos reunimos con el Masai William quien iba ser nuestro guia y protector. Tras una breve explicación de que había que tener en cuenta y de las características de los animales que nos podiamos encontrar, salimos del Lodge y nos pusimos de camino entre la sabana, no muy lejos, topis, cebras, impalas... curiosas y temerosas; hienas marrones, búfalos comiendo…

Continuamos nuestra caminata, alucinando del suelo que pisábamos, y de repente William nos aviso, una manada de leonas cazando... menuda vista!! Nos pusimos los primásticos, y vimos a 1km y poco como unas leonas se complementaban para cazar a un par de “pumbas”… tras visualizar su juego, continuamos la caminata, el paisaje bellísimo con las acacias, la hierba amarilla, las inmensas nubes marcando tormenta... y de repente llegamos a un punto y SORPRESÓN!!!

Nos dieron la bienvenida varios masais saltando y cantando, unas sillas cómodas, unos candelabros, vino y aperitivos, buena compañía y un atardecer alucinante…

Recorriendo a pie la sabana del Masai Mara

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