This Is Sueños Viajeros Cumplidos

Viajar = sueño cumplido

Porque los sueños están para cumplirlos, los viajes para hacerlos y disfrutarlos como toca.

En este POST tan especial, nuestros compis de CVTB nos cuentan sus viajes soñados y hechos realidad.

Porque vida solo hay una!

Y tú, ¿has cumplido algún viaje soñado?

 

“Cuando un hombre sabe a dónde va, el mundo entero se aparta para dejarle paso”

Bertrand Russell

VOLANDO EN AVIONETA SOBRE LAS ISLAS GALÁPAGOS

Siempre que alguien nos pregunta por un lugar especial en el planeta contestamos sin dudas: las Islas Galápagos.
Pasear por estas islas es caminar de sorpresa en sorpresa. Junto a nuestros hijos pasamos casi 4 semanas completas en 3 de aquellas islas y, os aseguramos, que fue mágico. Poder admirar la naturaleza de manera respetuosa, poder convivir con tantas especies de animales salvajes en su hábitat natural y disfrutar a la vez de nuestras vacaciones en familia, todo esto fue un regalo perfecto.
Viajar entre las islas no es tarea fácil cuando viajas con niños porque es necesario hacer travesías en lanchas rápidas a través del océano Pacífico en recorridos que no resultan cortos. Es por ello que cuando tuvimos que trasladarnos desde la isla Isabela a la isla San Cristóbal decidimos contratar los servicios de una pequeña avioneta. Resultó una de las cosas más emocionantes que hemos hecho en familia.
Sobrevolar las islas Galápagos en aquella pequeña nave que zumbaba como un abejorro a poco más de 100 km/h nos produjo una emoción indescriptible.  Elevarnos junto a nuestros pequeños sobre el cielo ecuatorial y volar entre las nubes fue un momento mágico e inolvidable.

Vivir cinco años en Indonesia

Con siete años descubrí el sueño de viajar, hablar otros idiomas y conocer otras culturas. Pero todo eso por entonces era privilegio de unos pocos. Mi universo se limitaba a mi barrio y el mundo soñado a las narraciones y fotografías de Disneylandia, las cuevas del Drach, Venecia y el Taj Mahal.
Ha llovido mucho sobre mis mejillas desde entonces: Europa, Asia, África, América y Oceanía han sido regadas por mis ojos porque, no ha habido un solo lugar donde no haya sentido la emoción magnificada de aquellos sueños infantiles.
Interesantes los viajes turísticos pero considerable el valor de casi cuatro años en EEUU e incalculable los cinco vividos en Indonesia. De allá me traigo música y color, costumbres ancestrales, bellos templos, paisajes vírgenes… pero sobre todo generosidad, hospitalidad, enormes sonrisas y una nueva forma de entender la vida y disfrutarla.

Siempre habrá para mí un antes y un después de Indonesia.

Viaje en furgo por Nueva Zelanda

El sueño viajero realizado del que más orgulloso me siento es haber viajado a Nueva Zelanda.

Después de haber visto “El Señor de los Anilos” en el cine, es un país al que le tenía muchas ganas, de hecho le dije a mi mujer que algún día iríamos allí.

Tras 5 años ahorrando (sin dejar de viajar), pudimos paras unas tres semanas en Nueva Zelanda viajando a nuestro aire con autocaravana y me enamoré loca y perdidamente del país, de su gente, de su cultura, pero sobre todo de sus paisajes...todavía se me pone el bello de punta cuando lo pienso.

Además tuve la oportunidad de realizar varios sueños más allí mismo como saltar en paracaídas; hacer bungee, es decir, puenting (atado de pies); ir hasta el cráter de un volcán; sobrevolar en helicóptero montañas nevadas parando a más de 3.000 metros en la nieve virgen; ver ballenas, delfines o orcas en su hábitat; escalar un glaciar...etc.

 

Dormir en una khaima en el Sáhara

Hace mucho tiempo que quería vivir la experiencia de pisar el desierto del Sáhara, caminar sobre sus dunas y contemplar la inmensidad del cielo estrellado. Hice esta excursión al desierto durante mi visita a Marrakech, por el camino aproveché para descubrir Aït Ben Haddou, recorrer la ruta de las mil kasbahs, acercarme al palmeral de Amridil y atravesar el valle de las rosas.

¡Fue un viaje espectacular y muy recomendable!
La guinda del pastel de este viaje por Marruecos era ir hasta Erg Chebbi, un impresionante campo de enormes dunas doradas y pasar allí la noche.
A esta zona se la conoce como la puerta al Desierto de Sáhara, así que el alojamiento no podía ser más adecuado:

¡una khaima sobre la arena a lo bereber!

Una vez llegué a Erg Chebbi me armé de fuerzas para escalar la duna más alta.

Desde lo alto se podía ver el atardecer anaranjado; también se distinguían caravanas de camellos que se acercaban a los diferentes campamentos que había en esta zona de enormes dunas de arena.

Erasmus viajero en Praga

Sueños viajeros tengo muchos y unos cuantos pendientes de cumplir...Pero un sueño que tenía desde pequeña y que al fin pude cumplir fue el de vivir en el extranjero por una temporada. No quería una experiencia tipo Erasmus en la que vives en una residencia de estudiantes, sales de fiesta y conoces gente de tu país, yo quería conectar de verdad con el lugar en el que viviera.

Por eso, decidí hacer las prácticas curriculares de mi último año de carrera en el extranjero, más concretamente en Praga, pues fue una ciudad que había visitado años atrás y me había enamorado desde el primer momento.

Así que durante tres meses y medio fui una ciudadana más de Praga que iba a trabajar, hacía la compra, vivía en un pequeño piso y exploraba todos los rincones del país (aunque eso sí, el idioma se me resistió un poco).

Hasta el final de la Muralla China

¿Alguna vez has pensado dónde acaba la Gran Muralla China?

Sus más de 21.000 kilómetros desembocan en el mar. Atraviesan las montañas Yan y alcanza el mar Amarillo a nivel de la bahía de Bohai. Se le conoce como “Shanhai Pass” y el “Primer paso bajo el cielo”. Y en 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco como parte de La Gran Muralla.

Hasta allí nos aventuramos a ir, más de 300 kilómetros de distancia nos separaban de Beijing hasta Shanhaiguan, donde se encuentra la sección más oriental de la Muralla, Jioshan Great Wall. Elegimos esta parte de la Muralla menos frecuentada y conocida para cumplir nuestro sueño de andar por la Gran Muralla China.

Nos faltó visitar el final, donde la Muralla se funde con el mar... En ocasiones todo lo previsto no se puede cumplir, falta de tiempo, la dificultad de comunicarte con los chinos... Pero nos llevamos con nosotros la felicidad de haber disfrutado junto a nuestra pequeña de un lugar mágico e histórico sin aglomeraciones de turistas como fue la sección de Jioshan.

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