Roadtrip NorthIreland

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Los paisajes son increíbles y tras meternos por zonas más rurales del Condado de Antrim, acabamos en nuestro primer destino:

The Dark Hedges, en Balleymoney, llamado el camino real, es un largo camino lleno de árboles cuyas ramas y troncos se entrelazan y abrazar creador un túnel precioso, como sacado de un cuento fantástico, entre verdes llanuras. Este curioso sendero de árboles entrelazados nació por la intención de la familia Stuart en el siglo XVIII para impresionar a los visitantes que se dirigieran a su mansión georgiana de Gracehill, y actualmente puedes verlo en la serie Juego de Tronos.

 

Continuamos nuestra ruta esta vez para ir a La Calzada del Gigante, en Bushmills. Tras leer varios blogs decidimos aparcar en la segundo parking donde encontramos aparcamiento gratuito. Tras bajar del coche, nos dimos cuenta de como pega el viento por la zona de la costa...

Fuimos para el acceso a la Calzada, y ahí donde nos vino una duda... es necesario pagar la entrada??

Nosotros llegamos a la conclusión que NO, porque en la zona tienes varios senderos que están a la alcance de todos y puedes ir a ver la zona sin ningún tipo de control, pero es verdad que hay un edificio donde puedes encontrar instalaciones varias como restaurante, un pequeño museo, tienda de souvenirs, wc... y con un pago de 9 libras por persona, puedes acceder a utilizarlas, además de utilizar un bus que te lleva a la zona, y un audioguía que explica cómo se formó, curiosidades sobre el lugar...

Nos preparamos para salir al huracán, y la verdad que no exageramos, porque era una locura de viento frío, que te sacudía con fuerza aunque el día era estupendo...

Con el audioguía no pusimos en marcha para visitar este lugar tan curioso. Alucinamos y salimos encantados, lo recorrimos de arriba a abajo en un par de horas y nos quedamos con unas curiosidades que os contamos:

-La leyenda irlandesa de la Calzada:

Cuenta la leyenda que había dos gigantes, uno de Irlanda llamado Finn y otro de Staffa (Escocia) llamado Bennandoner, que se llevaban muy mal y continuamente se tiraban rocas. De tanto tirar rocas se formó un campo de piedras sobre el mar. El gigante escocés decidió pasar el camino de rocas y derrotar a su adversario, pues éste era más fuerte que el otro. Un día, Oonagh, la mujer de Finn, vió cómo venía el gigante escocés, así que decidió vestir a su marido de bebé. Al llegar el escocés y ver que el bebé era tan grande, pensó que su padre sería el triple de grande, así que huyó pisando muy fuerte las rocas, para que se hundieran en el mar y que el otro gigante no pudiera llegar a Staffa.

-Existe la bota del gigante, la cual puedes encontrarla dándote un paseo por el camino hacia las chimeneas.

-Las chimeneas de la parte alta del acantilado, desde lo lejos parecen simular una cara de un León.

-Frente a las costas del condado de Antrim,  hubo varios naufragios, entre ellos, el más conocido el naufragio de una galera llamada Girona donde sobrevivieron solo 9 personas.

 

sobre la calzada del Gigante

Bien aireados, después de congelarlos un par de horas en la costa, subimos al restaurante a tomar un buen cocido irlandés, recargar pilas, comprar algún souvenir y de ahí irnos a ver el Castillo de Dunluce, que está a 10 minutos en coche, también en Bushmills.

Solo de aproximarte con el coche, la zona es súper hermosa, con el dibujo del castillo con las torres medio derruidas, los campos verdes, el mar azul y blanco, con un horizonte violáceo espectacular. Después de aparcar el coche, medio congelados, y el aire aun presente, Ana y yo atraídas por el castillo, bajamos a explorarlo rápidamente.

Lo mejor es tener un panorámica global del castillo y sus alrededores que te dejan una estampa espectacular con un  atardecer de ensueño.

Nos refugiamos con el coche, y decidimos que por tiempo, y con mucha pena, no era viable ir a ver el puente colgante Carrick-a-Rede (así que se nos queda pendiente para la próxima...)

El día anterior, mientras cenábamos en The Crown en Belfast, una familia malagueña nos comentaron que Derry valía mucho la pena, nos fuimos para esa dirección.

Llegamos sobre las 18h y la verdad que no había ni un alma en la zona, se notaba que ese día 1 de enero hay muy poca marcha por allí. Bajamos a estirar las piernas y recorrer la ciudad amurallada. Nos sorprendió lo bien iluminado con motivos navideños estaba todo, y tras una hora de caminata, decidimos volver para Belfast y tomarnos una buena  cena de primer día del año en el Tony Roma's.

Catedral de Derry